Más cambiamos y más es lo mismo

¡Hola! amigo mío. Me haces partícipe de tu perplejidad ante estos extraños empresarios que te piden que les ayudes a cambiarlo todo, pero procurando con firmeza que no puedas cambiar nada. No te preocupes, es normal.

Lo que es normal, es que te quedes perplejo, claro.

Pero déjame explicarte primero algo en cuanto a propósitos: lo que intentan los empresarios y otros altos directivos, es hacer lo más perfectamente posible… las cosas equivocadas. Es lo que llaman ellos: excelencia. Bajo ningún pretexto quieren que nadie les insinúe que van por caminos equivocados (lo cual no les importa); sólo quieren dar cada paso perfectamente, aunque sea en la mala dirección.

Me confirma que has podido observar que se llenan la boca de términos como cambio e innovación, pero no te confundas. Cuando hablan de cambio en la empresa, se refieren a que su personal ha de aceptar hacer lo que se les pide sin rechistar, por muy absurdo o contraproducente que sea, es decir que quieren un cambio de actitud a más obedientes a los adictos de la reingeniería que, como bien sabes, consiste en someter a las personas a la dictadura de procesos rígidos e inmutables por esencia. No aceptar someterse se llama: estar en “su zona de confort”.

¿Por qué crees que las empresas funcionan a pesar de sus muchas reglas incoherentes y sus numerosos procedimientos irrealistas? Sencillamente porque hay personas, en la base, que se saltan las normas y aplican el sentido común. Las reglas funcionan porque hay quienes se arriesgan a infringirlas. Como los managers no lo han entendido, imaginan que los empleados son el problema y que sus procesos son la solución, cuando en realidad, su solución ES el problema.

¿Entendiste lo que llaman innovación? Esencialmente consiste en introducir nuevas tecnologías. Por decreto ley lingüístico, si no usas nuevas tecnologías, no lo llaman innovación, por mucho que les des la vuelta a todas las tortillas. Y si no prometes que te harán ganar dinero tampoco lo llaman innovación, lo llaman invento. Es así que, si introduces un microchip en los paquetes de patatas, podrá ser considerado una innovación, pero si inventas una nueva clase de patatas, o una nueva forma de envasarlas, no lo será.

Por tanto, el cambio y la innovación en las empresas consiste respectivamente en seguir haciendo lo mismo, pero usando tecnología y mostrando fantasiosas cuentas de resultados previsionales. Lógicamente, te preguntarás cómo es posible establecer una cuenta de explotación provisional a cinco años para algo que aún no existe. No te preocupes, nadie puede. Todo es apariencia: tú finges que has hecho un Business Plan coherente, y los organismos involucrados fingirán que se lo creen. Lo que verdaderamente importa, no es el futuro sino hablar mucho de futuro en el presente e inundar de información las redes sociales y los convenios de empresas innovadoras.

Y sobre todo, recuerda el dicho: si quieres enemigos, propón un cambio.

Cordialmente, tu amigo Michel

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